Plan para reducir y controlar las pérdidas no técnicas de energía en la ciudad de Esmeraldas

Abstract

Este trabajo está orientado al cálculo de porcentajes de pérdidas no técnicas de energía que existe en la Ciudad de Esmeraldas a partir del balance energético por alimentador. Estrategias para la reducción de pérdidas no técnicas de energía un análisis costo-beneficio para proyectos de reducción de pérdidas no técnicas que puedan ejecutarse en la Empresa Eléctrica Regional de Esmeraldas S.A. La misma que posee tres subestaciones que dan servicio eléctrico a dicha ciudad, las cuales son: Santas Vainas, Propicia y Las Palmas. Este estudio se realiza basándose en la depuración del catastro, mismo que tiene como objetivo encontrar la situación de todos los usuarios servidos por las subestaciones mencionadas (tipo de tarifa, nombre del usuario, ubicación geográfica, estado en que se encuentra el medidor, etc.) y codificar a cada cliente por alimentador. El estudio de la depuración del catastro es la base para la nueva forma de facturación de la Empresa Eléctrica que empezó al mes de Enero del año 2003, la cual indica al usuario que alimentador le está sirviendo, se pudo obtener energía total facturada por alimentador al mes. De los resultados obtenidos en la depuración del catastro se pudo apreciar el estado en que se encuentra cada cliente, cuántos usuarios cometen la infracción de hurto de energía eléctrica y cual es la cantidad de energía perdida. Estos resultados indicaron que el porcentaje de pérdidas no técnicas llega a un valor del 41% de la energía total registrada, el mismo que se puede dar por dos razones: Error en la facturación y hurto de energía eléctrica. Además se determinaron los alimentadores con mayores porcentajes de pérdidas: Norte en la subestación Santas Vainas con el 68% de pérdidas no técnicas y Pradera en la subestación Propicia con el 54% de pérdidas no técnicas. De igual manera al analizar la relación costo-beneficio para un proyecto muy ambicioso de reducción de pérdidas no técnicas de energía a largo plazo (5 años), se obtuvo que los porcentajes de estas pérdidas bajan considerablemente a valores manejables.